Alejandra Castelló:
¿Cómo estáis? ¿Cómo habéis llegado hasta aquí? ¿Os habéis encontrado obstáculos por ser mujer para llegar a donde estáis en vuestra profesión?

Irene Fields:
Yo estoy muy bien, jajaja. Yo empecé hace 3 o 4 años y hace 2 se me presentó la oportunidad de entrar a un programa de televisión. Actualmente me dedico a la creación de contenidos de videojuegos gracias al programa. En el programa llegué a la final, quedé segunda. Mi objetivo desde que entré era demostrar que yo, siendo mujer, podía ser igual o mejor que un hombre jugando a videojuegos. El premio para mí fue demostrar que yo valía para eso.

Sandra Cabeza (Leviathan):
Empecé a jugar a videojuegos desde muy pequeñita y hace 5 años mis amigos online me animaron a empezar a hacer directos. Empecé por probar y me sentía un poco limitada porque yo no tenía ninguna referencia femenina. Si existían, yo no las veía o no las conocía. Solo había chicos y ahora conforme voy jugando todos los días me encuentro a varias chicas en partidas, eso me da la vida. Me da mucha alegría. El sector de los videojuegos está más liderado por hombres, pero cada vez hay más chicas, tanto chicas que juegan como las que se dedican a la creación de contenidos. Son todas increíbles y poco a poco seremos más.

Cristina Grimaltos:
En mi caso empecé en el mundo del freestyle a raíz de mis estudios, estudio periodismo. No pensaba que me pudiera dedicar a ello delante de la cámara porque no había muchos referentes femeninos en el freestyle. Pero me encontré con empresas y organizaciones que sí confiaron en mí para ponerme delante de una cámara con la idea de “esta chica dice lo mismo que un chico y no tiene por qué valer menos”. El rap y el freestyle lo puede ver y entender cualquiera. A partir de ahí empecé a trabajar sobre todo con Urban Roosters y a hacer opiniones y análisis de freestyle. Los mayores problemas que he podido encontrar es que hay veces que estás hablando con alguien del tema y sientes que están pensando “venga, que se calle, que hable otro”. A veces lo pienso, pero la única diferencia es que nosotras lo tenemos que decir más veces o de otra forma para que nos escuchen. Pero a día de hoy cualquiera puede formar parte de la escena del freestyle, pero con mucho trabajo, tendrás que trabajar el doble que un hombre.

Núria García (NG):
Me dedico al freestyle, empecé hace un par de años. Mi boom fue sobre todo por ser una mujer, por ser una niña, porque es algo que no se suele ver mucho en el freestyle. Dentro no he tenido muchos problemas, han sido más por parte del público. El ambiente del freestyle es tóxico y el público lo es todavía más. La gente que está a tu alrededor no es tan tóxica como el propio público, son los primeros que te dicen que no vales para estar ahí.

Alejandra Castelló:
¿Habéis tenido que escuchar comentarios de que vuestro compañero es mejor solo por el hecho de ser hombre? ¿Os tratan diferente en vuestro sector por ser mujer?

Irene Fields:
A mí nunca me ha pasado lo del comentario. Lo que sí ocurre es cuando estás jugando y en el propio videojuego, cuando ven que tu nickname es de mujer o te oyen la voz, llegan los típicos insultos de “vete a la cocina”. Me da mucha rabia. Pero también me molesta que en el videojuego me traten mejor o con más delicadeza por ser mujer, como si me fuera a romper. No me trates mal ni demasiado bien, trátame normal.

Sandra Cabeza (Leviathan):
No me ha pasado, pero sí que la gente suele dar por hecho que los tíos son mejores en los videojuegos. ¿Por qué? ¿Es que tienen más reflejos que yo? En los videojuegos no hay diferencia de género en cuanto a habilidades. También es normal lo de los insultos durante las partidas, aunque no debería estar normalizado. La gente debería tomarse una tila antes de ponerse a jugar.

Cristina Grimaltos:
Nadie en la industria viene directamente a decirte que no tienes ni idea y el hombre que tienes al lado sí sabe. Pero por parte del público sí que te enfrentas constantemente a un juicio. A mí me critican el hecho de ser mujer, a mi compañero le critican que no sabe de lo que está hablando. Yo no puedo cambiar que soy chica. Una al final tiene que asumir que esa parte del público existe y centrarte en hacer bien tu trabajo. Si las únicas críticas que recibes son porque eres mujer, entonces da por hecho que lo estás haciendo perfecto. Si no fuera por eso, no te criticarían. Dentro de la escena, no a mí directamente, pero me he enterado que alguien ha podido decir que estoy ahí porque soy mujer y tengo tetas y que ese puesto se lo merecía un chico. Me la suda, si estoy ahí es porque he trabajado durante 4 o 5 años. O te acusan de que no eres real, que estás ahí por moda.

Núria García (NG):
Estoy de acuerdo con lo que ha dicho, el público es el principal problema del freestyle. La industria no suele meterse en esos temas, tampoco le conviene. Pero sí que hay una parte del público que, cuando me ve en una competición, dan por hecho que estás ahí solo por ser chica y no por cómo rapeas.

Alejandra Castelló:
En vuestros sectores sois muchas menos mujeres. Entre esas mujeres, ¿hay más sororidad y complicidad? ¿O existe esa competitividad negativa que nos han enseñado que tenemos entre las mujeres?

Irene Fields:
A lo mejor soy muy inocente, pero en nuestro sector yo no veo que haya competitividad. Todo lo contrario. En nuestra comunidad, siempre que hay torneos nos avisamos entre nosotras, nos llamamos. Hay bastante sororidad en el sector de la creación de contenidos de videojuegos.

Sandra Cabeza (Leviathan):
Creo lo mismo, entre nosotras hay muy buen rollo. Cuando una compañera tiene un logro, todas nos alegramos y lo disfrutamos como si fuera nuestro. Si veo que una de mis compañeras es la mejor streamer hispanohablante, digo “ole ella”. Es muy guay. Lo que sí me ha pasado es el jugar una partida y encontrarme con una chica tóxica y es como “tía, ¿tú también?”. Solo me ha pasado una vez. En general, todo bien.

Cristina Grimaltos:
En el freestyle creo que es igual. Lo que sí pasa es que a lo mejor vemos a otra mujer más como competencia que a un hombre. Supongo que por costumbre de la sociedad, lo que nos han enseñado, “una mujer me puede robar mi puesto de caster”. Pero por mi parte, he tenido la suerte de encontrarme siempre con chicas que nos apoyamos muchísimo entre nosotras. Hacemos mucha piña, al final ellas son las que mejor te entienden.

Núria García (NG):
No creo que haya chicas tóxicas en el freestyle, no me he encontrado con nadie así. Lo que sí que hay, también entre el público, es la comparativa entre nosotras, lo de crear un ranking y ver quién es la mejor mujer freestyler de todas. En realidad la lista debería ser de todos los freestylers, incluyendo chicos. Al final se convierte en un ranking de chicos y uno de chicas, no te permite estar jugando en la misma liga que ellos.

Alejandra Castelló:
Sois referentes en vuestros sectores. Para la gente joven, es muy importante que los haya. Yo misma en ciertos momentos de mi vida los he necesitado y no los he encontrado. ¿Tenéis presión por ser referentes? ¿Lo vivís con naturalidad?

Irene Fields:
Yo no siento presión. Si alguien me quiere tomar como referente, yo contentísima. Siempre intento dar lo mejor de mí, pero nunca había pensado en ello. Actúo con naturalidad, soy yo misma.

Sandra Cabeza (Leviathan):
Igual que Irene, no me lo había planteado. Supongo que seré referente de bastante gente sin yo saberlo. Pero me encantaría saber que soy lo que yo no tuve de pequeña. Como comentaba antes, yo no tuve referentes, y sería muy guay que alguien me vea y piense que también quiere jugar, tiene que ser muy gratificante.

Cristina Grimaltos:
Coincido con ellas. No me lo he planteado nunca. “¿Habrá gente que quiera ser como yo o que me tome como guía?”. Sí que es cierto que tengo compañeras que trabajan en periodismo dentro del freestyle y me dicen que ojalá también pudieran dedicarse a ello. No hay presión, pero por ejemplo en mi caso, hasta hace poco yo era la única caster y este año han aparecido muchas más. Me parece muy guay, así todas pueden tener un referente en su país. Lo más difícil es pensar “no la cagues, porque si la cagas, no van a meter a otra”. Eso sí que lo he pensado. Importa mucho lo que haces y lo que dices, como la líes, hasta aquí hemos llegado.

Núria García (NG):
Al principio sí tuve presión, me veía muy pequeña, de las pocas chicas que había. Con el paso del tiempo esa presión se ha ido y actualmente intento representarme a mí misma y si alguien se siente representada con lo que hago, bien, pero no me voy a meter presión por eso.

Alejandra Castelló:
Quiero entrar ahora en otro aspecto: la forma de vestir. ¿Hay alguna prenda que os haga sentir más fuertes, más empoderadas? ¿Y os habéis sentido juzgadas por vestir de una u otra forma en vuestro sector?

Irene Fields:
En los videojuegos creo que la gente no se fija mucho. Yo soy muy fan de las zapatillas, pero no le doy mucha importancia. Al final, yo creo contenidos sentada en una silla y solo se me ve de cintura para arriba. Lo que más uso son sudaderas. No me preocupo mucho por la forma de vestir.

Sandra Cabeza (Leviathan):
Yo igual, creo contenidos sentada en una silla. No tengo ninguna prenda en concreto, pero con la ropa de gimnasio por ejemplo, cuando voy a hacer deporte, sí que pienso que qué bien que voy.

Cristina Grimaltos:
Siempre me he sentido muy cómoda con las faldas y los vestidos. Cuando alguna vez he tenido que hacer algo de freestyle, me lo he llegado a replantear. Por ejemplo, en un evento en Chile, la DJ del evento llevaba un top con transparencias y debajo un sujetador negro. Fueron tantos los comentarios que había durante el evento en los chats que, después del descanso, volvió con una sudadera. Más tarde publicó un post diciendo que se arrepentía de haberse cambiado. Por eso, muchas veces me lo he pensado, pero si me ha apetecido llevar algo, nunca he cambiado de idea. ¿Estamos locos? Como te acusan tantas veces de estar ahí por ser mujer, por haber tenido algo con alguien o por enseñar, te lo terminas por replantear, como para no darles más motivos. Pero bueno, yo me pongo la ropa con la que me siento cómoda.

Núria García (NG):
Yo siempre he llevado una estética más “masculina” por decirlo de alguna manera. Me hace sentir cómoda. Como mis referentes han sido chicos, me fijaba en ellos, en cómo vestían.

Alejandra Castelló:
¿Qué es lo que más os gusta de vuestro trabajo?

Irene Fields:
Poder conectar tanto con la gente que me ve. Crear una comunidad que te entienda, que se sienta identificada contigo, para mí es lo más gratificante.

Sandra Cabeza (Leviathan):
Mi comunidad, la gente que se conoce entre sí, se crean vínculos tanto de amistades como de parejas, es increíble la gente que se ha conocido en mi chat. Igual es gente que entró al chat sintiéndose solo por algún motivo y ha acabado haciendo amigos.

Cristina Grimaltos:
Me gusta todo, soy muy feliz con todo lo que me aporta el freestyle. Es algo que me gusta y me estoy pudiendo dedicar a ello. No tengo que forzar nada, me gusta la disciplina. Y ahora también, gracias al trabajo, el poder viajar, estoy yendo a sitios a los que nunca había ido. También el conocer a la gente con la que trabajo, son personas a las que admiro desde hace tiempo.

Núria García (NG):
Yo pienso lo mismo, jajajaja. Lo mejor ha sido conocer a la gente a la que he conocido del freestyle. También los viajes, no los podría haber hecho de otra manera.

Alejandra Castelló:
¿Desde siempre habéis querido dedicaros a esto?

Irene Fields:
He estudiado diseño gráfico, si no estuviera en la creación de contenidos de videojuegos, me estaría dedicando al diseño gráfico.

Sandra Cabeza (Leviathan):
En ningún momento pensé que podría dedicarme a esto. Conforme fui creciendo, pensé en ser farmacéutica, era mi sueño. Aunque estoy muy bien con el streaming, este año retomaré los estudios.

Cristina Grimaltos:
Al estudiar periodismo, me quería dedicar a ello. Quería ser periodista de guerra. Nunca pensé en dedicarme al freestyle porque no había ninguna profesión a la que me pudiera dedicar, solo ser rapera. Todos los que trabajaban en el mundillo eran raperos y yo no sé rapear.

Núria García (NG):
A mí no me dio tiempo a pensar. De pequeña en el rap no veía un proyecto a largo plazo ni que me pudiera dedicar a ello.

Alejandra Castelló:
¿Un sueño a corto plazo?

Irene Fields:
Seguir en la industria y poder vivir bien de ello.

Sandra Cabeza (Leviathan):
Seguir creciendo y que la gente que me descubra vea que soy una tía que se lo curra, que intenta ser agradable con todos y dar un nivel en el videojuego

Cristina Grimaltos:
Castear todo lo posible, todo lo que me dejen. Hasta ahora no me ha ido mal y quiero seguir dedicándome a ello.

Núria García (NG):
Mantenerme en el freestyle, eso es lo más difícil. Porque subir en parte es suerte. Con mantenerme, me conformo.

Alejandra Castelló:
Una pregunta del público. En vuestros sectores, ¿estáis expuestas a comentarios machistas de otras chicas?

Sandra Cabeza (Leviathan):
Sí, en el gaming de vez en cuando te encuentras con algún tuit de alguna chica metiéndose con la forma de vestir de otra chica, por si lleva escote o no en el stream. Es su vida, qué más te da lo que haga mientras cumpla con la normativa de la plataforma.

Cristina Grimaltos:
En el freestyle a veces también recibes comentarios machistas de chicas y me duele más cuando viene de una mujer que de un hombre. El del hombre es triste, pero te lo esperas. Pero de una mujer… ¿cómo vas a decir que estoy ahí por ser tía? Puedes decir que no te gusta cómo lo hago o que hoy no lo he hecho bien o cualquier cosa sobre mi trabajo, pero no me digas que estoy ahí por ser tía. ¡Y me lo dices tú, que te perjudica a ti también! Es un poco surrealista.

Núria García (NG):
A mí me han dicho alguna vez que el freestyle es un mundo de tíos, que qué es lo que hago yo ahí. Me dicen que les gusto lo que hago, pero que no pego en ese mundo.

Alejandra Castelló:
Muchas gracias por esta charla, por compartir vuestra experiencia, por ser un referente y hablar tan claro las mujeres en vuestro sector.